

Si bien la flota de vehículos del Ayuntamiento está dando un giro hacia el motor eléctrico, no ocurre lo mismo en la de los autobuses urbanos. Y es que, a pesar de que la prueba de una semana que se hizo en la línea de Gamonal con un vehículo cien por cien eléctrico fue “muy satisfactoria”, según el propio Berzosa, el Ayuntamiento no está en condiciones de afrontar el coste de estos vehículos.
Cerca de 600.000 euros hacen falta para adquirir un autobús cien por cien eléctrico -más del doble de uno de gas natural- y la vida útil de sus baterías ronda los siete años, por lo que aún no son rentables, económicamente hablando, ha justificado el responsable de movilidad. Así mismo, Berzosa ha añadido “no era el momento de adquirir un autobús eléctrico con estos presupuestos, pero lo será en los próximos años y el día que lo hagamos será una apuesta decidida por transformar la red de autobuses”.
Hasta el momento, el Ayuntamiento apuesta por el gas natural comprimido, para encontrar un equilibrio entre sostenibilidad y movilidad.